Una vez conocida la intención de los actuales responsables de la parcela deportiva del Xerez de desligarse de la entidad, el nuevo organigrama técnico del club empieza a tomar forma.
Conocida la intención del club de contar con Emilio Viqueira al frente de la dirección deportiva, nombres ilustres del pasado no tan lejano del xerecismo, como los de Carlos Orúe y Manolo Perdigones, se vinculan a la futura dirección de la cantera.
Con la Ciudad Deportiva en el horizonte, los actuales gestores del Xerez parecen dispuestos a dar el impulso que merece el fútbol base. En dicho impulso, la impronta, el bagaje y el buen hacer de Orúe son tenidos en cuenta.
Preguntado por esta posibilidad, el técnico jerezano se muestra dispuesto a escuchar el proyecto, y siempre y cuanto éste sea lo suficientemente serio y realizable, estaría dispuesto a ponerlo en marcha.
Carlos Orúe escribió una de las más brillantes páginas en la historia del Xerez, logrando a mediados de los noventa ascender al equipo a Segunda división. Posteriormente volvería a dirigirlo en la campaña 2002-03, pero fue cesado por Gil Silgado.
En su carrera como técnico ha logrado ascender a Segunda al Xerez y al Ciudad de Murcia. Además, clasificó para la liguilla de ascenso al Cádiz y al Rayo Vallecano y salvó de sendos descensos cantados al Cacereño y al Coria. También dejó al Sanluqueño a las puertas de un ascenso a Segunda B.
El pasado año dirigió al Ceuta hasta que fue cesado cuando el equipo ocupaba puestos de liguilla, objetivo que finalmente acabó perdiendo.
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