domingo, 28 de febrero de 2010

1-1: El empate, mal menor para un Xerez inferior al Español de principio a fin


Al colista Xerez, en claro e imparable proceso de descomposición, le salvó ayer de su enésima derrota el oportunismo de Mario Bermejo y la falta de puntería de los delanteros del Español. Los de Gorosito, a los que así no les librará del descenso ni la caridad, no pudieron obtener mejor renta a cambio de tan poco.
Como una semana antes en Riazor, los azulinos fueron un alma en pena y un paripé de equipo impropio de la Primera división.
En las dos últimas citas, el Xerez ha ofrecido la peor versión posible. Antes también perdía, pero al menos daba otra impresión y el contrario tenía que sudar de lo lindo para doblegarle. Ahora da la impresión de que el grueso de la plantilla haya puesto el piloto automático y esté más pendiente cada cuál de su futuro que de otra cosa.
De las muchas formas que hay de perder, el Xerez ha optado por la peor, aunque ayer, como queda dicho, se le apareciesen todos los santos juntos.
El Español, hombre por hombre, tampoco es mucho más equipo que el colista. Sin embargo, la disposición táctica de los de Pochettino y la asimilación por parte de sus jugadores fue impecable. Sabían los "`periquitos" que el Xerez sufría una enormidad sin el balón y la posesión del esférico fue visitante de principio a fin.
En la disciplina de los españolistas y en la impotencia xerecista comenzó a cocinarse un partido qeu parecía iba a ser fácil para los barceloneses. Máxime cuando a los 17 minutos Osvaldo se inventó una jugada de la nada, destapó todas las carencias de la cobertura local y batió por el centro de la portería a un desafortunado Renan.
Pero la dinámica del Xerez es tan negativa, que ya ni siquiera le duele en el orgullo que para el resto de los equipos jugar ante el colista sea un chollo.
Un disparo intencionado de Abel seis minutos después del gol fue todo el bagaje de un Xerez incapaz.
Tras un amago de reacción local propiciada por la entrada al campo de Antoñito y Alustiza en la reanudación, el Español dominó sin mayores problemas la situación, aunque el aguacero que cayó sobre Chapín al final de la primer mitad había dejado el césped más impracticable si cabe.
Pero daba la impresión de que los españolistas jugaban con fuego. Pero no por la oposición del Xerez, casi inexistente, sino porque la superioridad visitante contrastaba con una ventaja exigua.
En efecto, a falta de un cuarto de hora para el final, una jugada de coraje de Mendoza le llevó desde la defensa hasta el borde del área, desde donde contectó un zurdazo que Kameni, sensacional, desvió a saque de esquina. A la salida del córner, Leandro remató, un defensa despejó bajo palos y Bermejo, oportuno, anotó el empate.
Consciente de lo que había dilapidado, el Español se volcó en busca de enmendar la plana ante una zaga local que no daba abasto para solventar las llegadas en cascada de los catalanes.
Al final, el Xerez pudo aguantar el empate, demasiado premio para tan pobre partido.

sábado, 27 de febrero de 2010

Los tepes


Por si no había quedado claro en la anterior ocasión en la que toda España supo de su boca la realidad del fangal de Chapín, Bermejo ha vuelto a referirse esta semana a la "mierda" de campos de fútbol en los que se ven obligados a jugarse el tipo a diario.
Al final, el Xerez tendrá que rascarse el bolsillo para poder entrenar algunos días en un campo de juego digno, el de Montecastillo, al que casualmente no le afecta tanto el temporal de agua y el sobreuso como a Chapín o al Anexo, pese a ser utilizado también por un buen número de equipos nacionales y extranjeros y academias de fútbol que repiten concentración una y otra vez por las excelentes instalaciones del hotel que se ubica junto al Circuito.
Lo más sorprendente es cómo el Ayuntamiento mira para otro lado como si la historia no fuera con él. ¿No quedamos que teníamos un equipo de primera para una ciudad de primera? Pues nada, la polémica la despachan los responsables municipales con sendos tepes en forma de remiendos en las dos áreas de Chapín, que estarán muy bien para lavar la imagen y tapar las vergüenzas en la pequeña pantalla, pero que no solucionan en absoluto el problema.
Lo peor de todo es que no sólo no hay dinero en el consistorio, sino que tampoco hay buena voluntad ni ganas de colaborar. De lo contrario, que me expliquen porqué destinan del plan E dos millones y medio de euros para unas nuevas y modernas instalaciones en La Granja, mientras el primer equipo y la cantera del club representativo de la ciudad y de la provincia tienen que ir mendigando campos donde poder entrenar.
Y no digo que clubes de cantera como el Pueblo Nuevo o el DD La Granja, que desde hace décadas realizan una labor impagable con los jóvenes de la barriada, no merezcan unas instalaciones más dignas. La pregunta, con perdón, es con quién puñetas habrán empatado para tomarle la delantera a todo un Xerez.

sábado, 20 de febrero de 2010

2-1: El Xerez se borra de la lucha por la salvación tras cuajar en Riazor su peor partido


El último tren de la permanencia para el Xerez pasaba inexcusablemente por Riazor. Después de dos derrotas consecutivas, ante el Dépor se imponía una reacción del equipo de Gorosito, muy descogado a diez puntos de los puestos de salvación.
Pero el Xerez mostró su peor versión desde la llegada al banquillo del técnico argentino. Por primera vez, el equipo mostró una involución más que preocupante en una exhibición de mediocridad y falta de ambición que parece condenarle irremediablemente a la Segunda división.
Bien es cierto que Pérez Lasa tampoco ayudó. El vasco se sumó al espectáculo infumable de unos y otros para que no faltara de nada en una tarde para olvidar cuanto antes.
Todavía no se había cumplido el segundo minuto de juego cuando un balón colgado al área fue cabeceado por Colotto, en pugna con Moreno. En apariencia, una de las muchas jugadas que se dan en las dos áreas en cada partido. Aunque la incredulidad de unos y otros, el colegiado vasco pitó pena máxima y Guardado encarriló el camino del triunfo para los locales.
La acción hizo perder los nervios a Gorosito, que fue expulsado, y acto seguido una contra del Dépor dio lugar al segundo gol, obra de Riki.
Con 2 a 0 a los seis minutos, el partido prometía ser eterno para un Xerez desconcertado y descolocado.
Los azulinos fueron un juguete roto en manos de un Dépor que a la contra pudo matar el partido, pero no lo hizo.
Así hasta en el minuto 37, cuando un centro de Víctor Sánchez sin aparente peligro fue cabeceado certeramente por Bermejo lejos del alcance de Aranzubía. Mayor efectividad, imposible: una llegada al área, un gol.
Antes incluso del descanso los jerezanos pudieron empatar, el libre directo lanzado por Momo fue atrapado por el meta deportivista.
En la reanudación el Xerez pareció no ser al menos el pollo sin cabeza de la primera mitad. Los xerecistas quisieron más el balón, pero fue incapaz de crear un sola situación de gol en 45 minutos.
La entrada al campo de Alustiza, Viqueira y Antoñito no fue solución para un equipo fallón atrás y poco ambicioso y carente de agresividad en ataque.
El Dépor, que al menos tenía la disculpa de estar defendiendo marcador favorable, tampoco le fue a la zaga. Su bagaje atacante fue algo mejor que el de su rival: un chut de Juan Rodríguez al travesaño superada la hora de partido.
Pese a la mínima ventaja, el Xerez nunca dio sensación de poder empatar el partido ante un cuadro coruñés tremendamente cómo que sólo tuvo que esperar al final del encuentro para sumar tres puntos y romper la dinámica negativa de las tres jornadas anteriores.

Y ahora Momo


Momo es de los jugadores más talentosos que han pasado por el Xerez en los últimos tiempos. Y eso que tuvo un comienzo flojo, continuación del discreto papel durante sus cesiones al Albacete y al Racing de Santander.
Luego se cruzó en su camino Esteban Vigo y le dio la vuelta como a un calcetín recuperándole para el fútbol. Aquel jovencísimo e incisivo zurdo que brilló en Las Palmas antes de ser fichado por el Dépor volvía por sus fueros para hacer historia en un modesto con aires de grandeza.
Y vaya si lo consiguió. En su segunda temporada de azulino, el canario se salió literalmente de la categoría. Inolvidables sus golazos ante el Murcia, el Alavés, el Tenerife o el Hércules en Chapín; sus coladas por la banda y su conexión letal con Bermejo.
Al final, "pichichi" de su equipo, ascenso y el reconocimiento de todo el fútbol español. Desde la marcha de Manolo Mesa no disfrutaba tanto en Chapín con el juego desgarbado de un virtuoso del balompié.
Pero estoy dispuesto a olvidarlo todo, a convertir todo elogio en la peor de las críticas, a no dejar títere con cabeza si el canario vuelve a tropezar en la misma piedra que Pedro Ríos.
Como al hoy jugador del Getafe, a Momo le separan menos de una decena de partidos para renovar automáticamente por el Xerez, el club que le dio la oportunidad de volver a sentirse futbolista.
Por si acaso, desconfío desde ya de cualquier plubalgia, tirón muscular, sobrecarga en los isquiotibiales -que, al igual que Luis Lara, sigo sin saber dónde están-, descomposición intestinal o mareo que le impidan llegar al número de partidos pactado y descolgarse así del objetivo común de dejar intacto el buen nombre del club. Los contratos y las cláusulas están para cumplirlos. Y Momo se lo debe al Xerez.

lunes, 15 de febrero de 2010

Xerecistas por el mundo


Me primo Tomás me envía esta foto desde uno de los edificios emblemáticos de Dubai. Ahora que caigo, le podría haber preguntado por algún jeque árabe interesado en invertir sus "petrodólares" en un equipo modesto de la Primera división. Ya saben. De todas formas, creo que la crisis también ha golpeado a este próspero Emirato.

domingo, 14 de febrero de 2010

Promoción de la ciudad a la altura del betún


Esto ya me lo veía venir yo. Tanto "croqueteo" anual en Fitur con todos los gastos pagados, tanto presumir de Excelencia turística, tanto viaje a las antípodas en busca de potenciales turistas en un mercado saturado, y al final tropezamos en lo más llano.
¿No queríamos imagen?, pues toma doble ración. Sólo hacía falta abandonar el cuidado del césped de Chapín y no invertir ni un solo euro en él en la temporada de nuestro estreno en la mejor Liga del mundo, la que más repercusión mediática tiene en el universo futbolístico.
¡Lo conseguimos! Jerez ha sido portada de los más influyentes diarios nacionales, como pueden comprobar en la reproducción de arriba. Aunque para eso nos lo podíamos haber ahorrado.
Todavía había ayer quien mostraba su enfado con la portada de "MARCA", aunque realmente contra quién nos deberíamos revolver no es contra el fotógrafo ni contra el medio, sino contra quien ha permitido que llegamos a esta situación. El estadio Chapín es Municipal, y hasta donde sé es el Ayuntamiento quien corre con los gastos de jardinería y del personal de mantenimiento.
La excusa de que este año ha llovido mucho no exhime de culpa a nadie, porque por esa regla de tres, no habría quien jugase al fútbol en Santander o La Coruña.
Echando un vistazo a la prensa nacional de hoy me encuentro con estos estractos que no tienen desperdicio y que invitan a la reflexión o a la dimisión a más de uno.
Dejemos a un lado la portada de MARCA, con casi tres millones de lectores diarios, sin contar con los de Internet.
En ABC, Ignacio Torrijos habla así de Chapín en su crónica "Bailando en el potrero":

"A la vista de su campo de fútbol, puede decirse que Jerez ha respondido de manera dispar al elogio que de sus diversas maravillas hicieron los más eximios literatos. Shakespeare, por boca de Falstaff en «Enrique IV», invitó a paladear el jerez, y felizmente en eso estamos. Cervantes, más sobrio, en «El Quijote» encomió «los elíseos jerezanos prados», y ahí, sin embargo, lo mítico le falla a Jerez, al menos en Chapín. Miren ese campo: es más bien un potrero, una majada; no le alcanza para ser elíseo que retocen en él los dioses del fútbol.
No todos eran dioses en Chapín, pero por los trabajos que exigía el control del balón cualquiera podía reclamar como mínimo el título de héroe. El desafío de la noche era domar la pelota, no jugarla. La fiera botaba, brincaba, y dirigirla a la portería era una hazaña. Lo supo pronto Cristiano, que en el minuto 20, con todo a favor, remató demasiado alto por culpa de un terrón cruzado en su camino. Cristiano, que volvía tras su sanción, dejó además en la primera parte dos remates de cabeza, uno de los cuales tocó por arriba el larguero. Para justificar ayer su falta de regate tuvo la excusa del campo, pero es una carencia que le aqueja últimamente. No se va del defensa. Zapatea, remata, incluso marca, percute y se asocia bien en el juego, pero no se escapa de nadie.
Las ocasiones de CR fueron precedidas o replicadas por dos de Momo. Ambas veces chutó mal, alto, desde el mismo sitio, la parte izquierda del área, y no había razones para que mirara enfadado al maldito piso, como lo hizo Cristiano. Fueron malos tiros, simplemente. Es lo único a lo que pudo aspirar el Xerez en el primer tiempo, después de haber entregado el medio campo a Lass, Alonso y Granero. Los tres contaron con Kaká para encauzar hacia Renan el juego paciente, concienzudo, la trenza sobre el suelo encabritado. Llegaban, pero sin poder precisar, y de momento no olía a gol por ningún lado.
Ya que no en el prado, el Xerez fue fiel al resto de la visión de Cervantes, que en el episodio «elíseo» cuenta que unos rebaños de ovejas «a Don Quijote se le hicieron ejércitos». No estuvieron ovinos sino belicosos el Xerez y el Madrid, que acabó explotando el arma de Arbeloa. El lateral firmó con un elegante gol su enésima incorporación en ataque, y el 0-1 desencadenó toda la tralla del Madrid. Abatido el Xerez, se abrieron las brechas y las explotó Kaká, con dinamismo, profundidad y eficacia para la carga de Cristiano. Fueron los tiros de gracia. A veces sí hay enemigo pequeño. El Madrid acabaó bailando en el potrero.
También Antonio Machado (Juan de Mairena) escribió lo suyo: «En Jerez de la Frontera / tormentas de vino blanco» (aunque ayer la botella vistiera de oscuro)".

Por su parte, en EL PAÍS, Diego Torres titula: "Arbeloa saca al Madrid del barro":

"El Madrid asomó su cara más vulgar, menos imaginativa, más desordenada en el barrizal de Chapín".

"El Madrid volvió a resolver con remate su falta de juego en un escenario poco propicio para otra cosa que no sea la guerra brava. Así es Chapín. Hay campos que definen temporadas. Harían falta un meteorólogo y un ingeniero agrónomo para analizar por completo la temporada del Xerez en su cancha. Hasta las alteraciones climáticas han conspirado contra el equipo en su primera temporada en la máxima categoría. El invierno en la provincia de Cádiz ha sido duro y anormalmente húmedo. El campo está pastoso. Los tacos de las botas no se afirman en la tierra blanda. Los equipos patinan. Los partidos derivan hacia las imprecisiones y los choques. Ayer, la visita del Madrid no fue una excepción. El barrizal embadurnó a los dos equipos y ninguno fue capaz de ajustarse a las circunstancias. Tal vez el público, excesivamente silencioso, marcadamente madridista, se decepcionó por partida doble. Mucha gente acudió al estadio para ver al Madrid sobreponerse con destreza a las dificultades topográficas".

O la crónica de Orfeo Suárez, en EL MUNDO:

"La contundencia del resultado no responde a las dificultades que el Madrid tuvo durante una hora, espeso y sin continuidad sobre un campo que no ayudaba, un paisaje lunar.
Cristiano Ronaldo, un portento en el salto, envió lo más peligroso al larguero, después de enfadarse con el césped, y antes de sus goles. Estaba tan mal el piso que provocó imprecisiones y dudas en los apoyos a los rematadores. Se resbaló el portugués".

Esto, sin contar con los comentarios de televisión o en prensa de los países que siguen cada partido del Madrid como si fuera el de su selección: China, Japón, Australia, Inglaterra.
Enhorabuena a quien corresponda. Esto sí que es promoción de la ciudad.

sábado, 13 de febrero de 2010

0-3: El Xerez vulgar de las segundas partes le sirve en bandeja la goleada al Madrid


El Xerez vulgar de las segunda parte de San Mamés reapareció anoche de nuevo en Chapín para tirar por la borda todo el bueno trabajo realizado en un primer acto en el que el equipo abandonó el campo ovacionado tras tener contra las cuerdas al mismísimo Real Madrid.
Los hombres de Gorosito volvieron a hacer lo más difícil, pero tropezaron otra vez en lo más llano.
El colista salió tan enchufado en el partido, pero parecía una broma pesada que entre los dos conjuntos mediaran 39 puntos de distancia en la tabla. El Xerez se hizo dueño del partido desde el principio, anticipándose a su rival en cada acción, teniendo más la pelota y repartiendo juego con criterio para desesperación de los blancos.
Con este panorama el fútbol cumplió su máxima, y como los azulinos tuvieron más el balón, gozaron de las acciones más claras, principalmente dos en las que Momo perdonó el gol en sendos mano a mano con Iker Casillas.
En la primera media hora sólo hubo un equipo en el campo, y ese fue el local. Pero ante uno de los mejores partidos del mundo no se podía perdonar si se quería optar a sorprenderle. Y el Xerez perdonó. Así, el gigante dormido se fue desperzando, y con él un extramotivado Cristiano Ronaldo. El portugués regresaba tras su lesión y tuvo dos ocasiones claras que habitualmente no suele desprovechar. En la primera, se le fue el pie de apoyo por el lamentable estado del campo y chutó fuera. En la segunda, su certero cabezazo a centro de Arbeloa besó el travesaño.
Con todo, el marcador llegó inmaculado al descanso. En la reanudación, el Xerez pecó de lo mismo que en Bilbao y dio un paso atrás que a la postre volvería a suponer su sentencia. El Madrid se hizo dueño de la zona ancha y el Xerez se encerró atrás en un nuevo ataque de tibieza que volvió a costarle el partido.
El Madrid sólo tuvo que esperar para abrir la lata, aunque tuvo que esperar más de una hora. Arbeloa lo logró el primero, y después, casi de forma consecutiva, Ronaldo por dos veces.
Si en Bilbao Gorosito no anduvo vivo con los cambios, ayer ya se había hipotecado dejando fuera de la lista a Bergantiños y apostando por un banquillo cuajado de delanteros. Ninguna de las alternativas le cuadraba con el marcador aún sin goles. Cuando quiso reaccionar, el Madrid ya había hecho dos y el equipo daba síntomas de haber bajado los brazos.
La derrota ante el Madrid era más que una probabilidad, pero o el Xerez deja de jugar al Dr. Jekyll y Mr. Hyde, o el "efecto Gorosito" puede quedar en muchos ruidos y pocas nueces.

Verano del 88


No olvidaré nunca ese verano. Después de mucho tiempo, nos habíamos mantenido en la división de plata por segundo año y casi tocábamos el cielo con las manos. Resignados a ser un club ascensor, de la mano de Irulegui empezamos a hacernos respetar.
Sólo el amargo sabor de tener que dejar el estadio de toda la vida, el viejo Domecq, empañaba una campaña para enmarcar.
A finales de junio, un mitin internacional de atletismo servía de bautizo de fuego para un nuevo y moderno estadio. Sin embargo, el plato fuerte estaba por llegar. El 24 de agosto inaugurábamos Chapín para el fútbol nada menos que ante el Real Madrid de la "Quinta del Buitre".
Auque la inauguración de un campo de fútbol siempre es un acontecimiento, los madridistas se lo tomaron como un trámite, poniendo en liza un equipo de suplentes sin los Míchel, Martín Vázquez , Hugo Sánchez, Sanchís, Gordillo o Camacho.
Era lo de menos. El sólo hecho de medirnos al mejor equipo de todos los tiempos suponía algo extraordinario, irrepetible si tenemos en cuenta que ni soñábamos coincidir alguna vez con los merengues en liga.
Pero casi veintidós años después llegó el momento. En esta ocasión el Madrid tirará de su once de gala con el campeonato en juego. Además, Chapín será el centro de todas las miradas por el regreso de Cristiano Ronaldo tras su polémica sanción.
En todos estos años, el Madrid ha seguido creciendo a base de títulos. Pero el Xerez, a su forma, también. Ya no somos el equipo ascensor Segunda B a Segunda y viceversa. Y aunque organizativamente queda mucho camino que recorrer, la afición y la institución han alcanzado por fin la madurez. Parece mentira, pero hoy el título de liga pasa por Chapín.

domingo, 7 de febrero de 2010

3-2: La tibieza del Xerez le impide arrancar algo positivo de su visita a San Mamés


Muy a su pesar, el Xerez regresó en San Mamés a la senda de la derrota. Y lo hizo después de hacer lo más difícil: darle la vuelta al marcador tras encajar al minuto de juego el primer tanto. Durante casi media hora, el equipo de Gorosito logró dar la sorpresa ante el Athletic, pero acabó pagando cara su falta de ambición y su conformismo.
Como también le pesaron dos errores defensivos de bulto, impropios en jugadores de primera línea. En el 0-1, nada más saltar al campo, Redondo se quedó clavado mirando cómo Muniain, el más bajito de los bilbaínos, remataba a gol un centro de Toquero.
El otro fue en el definitivo 3 a 2, con un cantada de Aythami, que puso en bandeja el segundo en la cuenta de Llorente. En el caso del canario llueve sobre mojado, ya que hace una semana también se quedó mirando cómo Webó ponía por delante en el marcador al Mallorca. En su caso parece empeñado en ponerle en bandeja la titularidad a Prieto en cuanto el sevillano se recupere de la lesión.
Pero lo que condenó al Xerez en la "catedral" fueron sus dudas para irse a por un partido que tuvo franco gracias a que un golazo de Moreno y otro de Mario Bermejo le dieron la vuelta al tempranero tanto del Athletic.
Los de Caparrós no cuajaron un buen partido. Es más, por momentos fueron abucheados por su propio público. Pero si hubo un equipo que buscó el triunfo de principio a fin ese fue el rojiblanco.
En el momento el que pudo sentenciar a su rival, el Xerez especuló con el marcador y regresó de vacío en un feudo donde o matas o te matan. Y los de Gorosito no mataron, bien por miedo o bien porque no lo intentaron más. La zaga bilbaína dio todo tipo de concesiones, y con el Athletic volvado, el Xerez tenía espacios más que de sobra para haber sentenciado.
Pero el técnico argentino, en un ataque de tibieza, se limitó a reforzar el sistema defensivo. Esto a la postre encerró más en su área al Xerez, por lo que los locales no tuvieron más que esperar pacientemente para ver como el signo del marcador cambiaba. Primero con un testarazo de Llorente marca de la casa, y después con otro tanto del navarro, en este caso con la inestimable colaboración de Aythami.

foto: www.elcorreo.com

sábado, 6 de febrero de 2010

Las Malvinas


La idea de este artículo me la sugería el otro día un amigo: "Lo de los argentinos en el Xerez y los ingleses en el Industrial me recuerda a la Guerra de las Malvinas". Ya saben, el conflicto armado que enfrentó a Argentina y al Reino Unido a mediados de 1982 y que concluyó en pleno Mundial de España con la rendición del país austral.
Si entonces ambas naciones lucharon por la soberanía de tres archipiélagos, los grupos argentino e inglés que han desembarcado en Jerez lo hacen por la de nuestros clubes de fútbol más representativos.
Aunque las cosas tendrían que cambiar mucho para que sus caminos volvieran a cruzarse en competición oficial, el destino ha deparado que también argentinos e ingleses vayan a rivalizar, veintiocho años después, en esta bendita ciudad. Esta vez, afortunadamente, no habrá ni víctimas ni heridos, aunque los derbis jerezanos del pasado convirtieron a amigos íntimos en enemigos irreconciliables.
En la memoria de nuestros mayores permanece imborrable la rivalidad entre el Deportivo y el Industrial, más sana y menos enconada que la que de un tiempo a esta parte mantienen el Xerez con el Cádiz por razones más políticas que deportivas.
Pero es más que probable que ni Souza ni Hoddle sepan que hubo un tiempo no tan lejano en el que el Xerez y el Industrial protagonizaron derbis apasionantes en un Domecq a reventar. Es más, mucho me temo que ni siquiera les importe, ya que sus objetivos parecen centrarse más en mercadear con jóvenes promesas argentinas e inglesas que en bucear en la historia e impregnarse de xerecismo e industrialismo del bueno. Es el precio que hay que seguir pagando por la conversión de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas.
Así pués, la rivalidad se limitará, como mucho, al asado argentino o el "rose beef" británico, o el Dulce de Leche y el "After Eight".