sábado, 2 de abril de 2011

El amo imprudente


Busco en el refranero español una frase relacionada con la prudencia y encuentro ésta: "El amo imprudente hace al mozo negligente". Dijo el otro día el flamante presidente del Xerez, Antonio Millán, que "podemos, debemos y tenemos la obligación" de entrar en la liguilla de ascenso a Primera división. No vamos a descubrir a estas alturas el prestigio profesional del nuevo mandatario xerecista. Licenciado, Doctor y toda una eminencia en Derecho Deportivo, su sola presencia en el club es garantía de estabilidad y coherencia y unidad, virtudes de las que tan huérfano ha estado el Xerez.

Sin embargo, Millán se mete en el mismo charco al que antes se lanzaron de cabeza, sin dudarlo, todos sus predecesores en el sillón presidencial. En general, a los presidentes de fútbol les puede la dichosa manía de sacar los pies del tiesto y meter las narices donde nadie les llama. No entienden o no quieren entender que las opiniones que emitían como aficionados cobran ahora una inusitada trascendencia porque cuando hablan lo hacen en nombre de la entidad que presiden.

Salvo honrosas excepciones, el que uno sea presidente de un club no significa que lo sea por entender más que nadie de este deporte ni tener el don de la infalibilidad, más bien el contrario. Ejemplos como los de Gil y Gil, Caneda, Lopera, Piterman o, para no irnos tan lejos, Joaquín Bilbao así lo atestigüan.

Afortunadamente, el refrán esta vez no ha dado el clavo, a juzgar por la respuesta de Juan Luis Redondo. Lejos de mostrarse negligente o falto de aplicación, el veterano lateral es el claro ejemplo de que el plantel tiene los pies en el suelo. Sentenciar que el ascenso "es importante, pero no una obligación" es una forma de poner a cada uno en su sitio.

Seguro que Antonio Millán, que ha pagado la novatada porque es más inteligente y prudente que su desliz haya podido hacer ver, habrá tomado buena nota y se cuidará mucho de dejar que sean los responsables de la parcela deportiva, los propios futbolistas y, sobre todo, el tiempo los que evalúen las posibilidades y aspiraciones del equipo.