lunes, 31 de mayo de 2010

Hay que estar allí


Hay decenas, cientos, miles de motivos para estar hoy en la concentración pacífica convocada por la plataforma "Salvemos al Xerez", a las siete de la tarde junto a las oficinas de club. Y hago hincapié en lo de pacífica porque siempre, entre tanta gente que se espera vaya a acudir a la llamada de la plataforma, hay alguno que da la nota y, de paso, al traste con la intención primera de dejar claro que el Xerez importa.
Hoy se juega un partido muy importante junto a Chapín, aunque éste sin jugadores profesionales ni balón de por medio. Está en juego el futuro inmediato de un club maltratado hasta la saciedad por una clase dirigente que es de lo peorcito que ha pasado por el fútbol español.
Vuelvo a incidir en la importancia de que sea un acto pacífico. En juego está también la credibilidad de una afición, que es de verdad el único patrimonio que le queda al club.

sábado, 29 de mayo de 2010

Habla Don Sixto


Tendríamos que llevar a cabo una ardua labor de rastreo por las hemerotecas para encontrar unas declaraciones de algún dirigente del Xerez tan razonables y sensatas como las de Jesús Rodríguez, uno de los administradores concursales, el pasado jueves en rueda de prensa.
La serenidad y el aplomo del yerno de Sixto de la Calle, el primer presidente en la historia del Xerez y uno de sus fundadores, han contribuido a calmar los ánimos y a orientar una afición cada vez más crispada y ávida de noticias esperanzadoras ante tan reiterado maltrato, expolio y sinrazón.
Para mí que Jesús hablaba por boca de Sixto. Y no porque sea un mandado sin personalidad ni criterio, a la vista está. Lo hacía como depostiario de una herencia impagable de xerecismo auténtico y comprometido.
Para Jesús Rodríguez, su suegro es un referente personal y profesional. El "amigo de Monterrubio", como algunos necios desde sus atalayas anónimas y cobardes le han bautizado estos días porque no ha querido mirar para otro lado y ha reconocido el trabajo del todavía director general, sabe bien lo que le duele al padre de su mujer, a su amigo y maestro, todo lo que tenga que ver con el Xerez. No voy a repetir sus hermosas palabras llenas de coherencia, pero, salvo que se sea enfermizamente retorcido, es imposible dudar de su franqueza.
Por mucho que a los partidarios de Souza, Monterrubio, Rondán o Gorosito les duela, el futuro del club no depende ni de la continuidad de ninguno de ellos. Ni siquiera de los propios aficionados. Pasa únicamente por mantener la confianza de los acreedores. Sin ella, los muchos debates abiertos desde tiempo inmemorial serán estériles. Simplemente porque todo habrá terminado y ya no habrá que hablar más que de los restos del naufragio.
A partir de aquí, el que quiera entender, que lo haga. El que no, seguirá siendo su problema, y de paso le seguirá haciendo un flaco favor al club que supuestamente tanto le importa.

sábado, 22 de mayo de 2010

Yo era del Madrid


Mientras se aclara el futuro inmediato del Xerez, me gustaría referirme a un detalle del que se ha hablado menos de lo que pensaba durante esta semana.
Sé que criticar al Real Madrid y a Florentino Pérez, un presidente que rebosa soberbia y arrogancia por igual -así le va-, ni se estila ni está bien visto en la mayor parte de las cabeceras deportivas nacionales. Pero yo, que soy periodista de pueblo, y a mucha honra, no quiero dejar pasar un episodio que me ha llevado a aborrecer al club que admiraba.
Sí, yo era del Madrid. Me hice merengue gracias a su casta y amor propio. Crecí deleitándome con el miedo escénico del Bernabeú y las involvidables remontadas europeas ante el Inter, el Anderlecht, el Borussia...
Aunque el azulino fue mi color desde niño, el estar entonces tan lejos de la elite me condujo a mi segundo equipo, con el que seguí disfrutando años después gracias a la "Quinta del Buitre" y al ejemplo y la profesionalidad de Raúl.
Y así hasta el pasado domingo. Soñábamos todos en el Xerez con dar el "chupinazo" en Pamplona. Nos lo merecíamos después de una segunda vuelta heroica que me recordaba a ese Madrid cuya fe movía montañas y le permitía remontar eliminatorias imposibles.
Todo estaba preparado. Bastaba con ganar a Osasuna y que los grandes hicieran su trabajo. En el Reyno de Navarra hubiéramos cumplido, de no ser porque en los últimos cuatro minutos ya sabíamos el resultado de Málaga y arrojamos la toalla.
Barça y Valencia ganaron, pero el Madrid bajó los brazos vergonzosamente en un paripé infame y se sumó a la fiesta por la permanencia en La Rosaleda.
No contento con otro año en blanco, que ya van, Florentino y su cohorte le han cogido el gusto a erigirse en juez y parte en la zona baja de la tabla.
El año pasado, con una derrota poco creíble en Pamplona en la última jornada, los madridistas adulteraron la competición. Este año han vuelto a hacerlo, pero es que la temporada próxima o la otra, le puede tocar a cualquier modesto con ganas de grandeza, esos con pocos recursos pero con la ilusión a prueba de galácticos.
Algún día volveremos, y el fútbol da muchas vueltas. De momento, el Madrid tiene, como mínimo, un seguidor menos. Y no es un calentón.

lunes, 17 de mayo de 2010

Ni del Barça ni del Madrid


Tristes, pero tremendamente orgullosos de ser xerecistas. Así han regresado a lo largo del día de hoy los cientos de seguidores jerezanos que no dudaron en plantarle cara a la crisis y a la incierta situación económica y se metieron entre pecho y espalda más de 2.000 kilómetros para ser partícipes de un nuevo "milagro" azulino.
Esta vez no pudo ser. La clasificación final ha dictado sentencia, y el Xerez volverá la próxima temporada a ver a las grandes estrellas de nuestro fútbol en la tele.
Sin embargo, el "milagro" se ha consumado. No, ni me he vuelto loco ni la falta de sueño de los últimos días me está haciendo delirar. El efímero paso por la Primera división no ha caído en saco roto. El club, después de una pretemporada y una primera mitad de campeonato para olvidar que nos han acabado pasando factura, se ha ganado el respeto, la admiración y el cariño de todo el fútbol español.
Sí señor, ya somos un histórico de nuestro fútbol, ya somos grandes por méritos propios, y no por casualidad.
Y somos grandes porque la leyenda del Xerez se agiganta en lo deportivo, y porque la masa de aficionados también va a más numérica y cualitativamente. Por fin hemos visto este año a familias enteras yendo a ver al Xerez. Al fin nuestros pequeños y jóvenes visten mayoritariamente los colores azulinos de nuestro club.
Trabajito ha costado, pero ya gritan a los cuatro vientos, sin miedo y con orgullo: "Soy del Xerez". Ni del Barça ni del Madrid.
Por eso, el amargo sabor de la derrota, el regusto agrio que nos queda tras habernos ahogado en la orilla, se confundirá en cuanto empiece a cicatrizar la herida en un presente esparanzador. Ya nada será igual. Hemos estado en Primera, pero también hemos sufrido, hemos disfrutado, nos hemos emocionado, hemos vibrado y llorado entre los grandes. Después de casi 63 años, el xerecismo llega a su mayoría de edad. A partir de ahora, el futuro será lo que todos queramos, con permiso de Gorosito y Monterrubio.

domingo, 9 de mayo de 2010

3-2: El Xerez salvará la categoría si gana a Osasuna y lo hacen también los tres primeros


Increíble, pero cierto. El eterno colista de la temporada, el debutante que pagó todas las novatadas en su estreno en la categoría, el equipo que fue el hazmerreír de toda España tras sumar sólo ocho puntos en la primera vuelta, podría salvarse de la quema del descenso si gana en la última jornada en Pamplona a un Osasuna que no se juega nada, y el Barcelona, el Madrid y el Valencia cumplen con el guión lógico y suman los tres puntos en juego ante el Valladolid, el Málaga y el Tenerife, respectivamente.
El Xerez ha logrado llegar vivo a la última jornada gracias a los tropiezos de sus rivales más directos y a su triunfo ante un Zaragoza que no vendió nada fácil su derrota. El equipo azulino se adelantó en el marcador con un golazo de Francis, pero los maños empataron en la segunda mitad gracias a otro gran gol de Ander. Sin embargo, poco después Míchel y Carlos Calvo pusieron tierra de por medio, aunque Gabi le puso suspense a la recta final del partido con el 3 a 2.
Pero las buenas noticias que llegaban desde otros estadios, convirtieron Chapín en una fiesta en plena Feria del Caballo. Aunque en la última jornada liguera, los azulinos seguirán sin depender de ellos mismos, las opciones de que se obre el "milagro" de la permanencia está más cerca que en toda la temporada.
Lo seguro es que miles de aficionados azulinos tomarán Pamplona el fin de semana. Al final de la jornada, y en función de los resultados que se sen, podrán o no celebrar una salvación en la que hasta ayer nadie creía. Lo que ya es un triunfo es que el modesto entre los modestos, el novato entre los novatos, haya llegado al último partido liguero con las esperanzas intactas y con la posibilidad de librarse del descenso, con sólo 36 puntos.
Por lo que pueda pasar, anoche ya miles de xerecistas lo celebraron en su Feria del Caballo. Que sea un buen presagio.

sábado, 8 de mayo de 2010

Clínicamente muerto


Lo explicaba muy bien el compañero Salva Galván en su crónica del jueves. Sólo una carambola puede salvar al Xerez de un descenso que definitivamente parece inevitable. Para muchos, es la crónica de una muerte anunciada. Otros, en cambio, pensábamos que el gol de Bermejo ante el Almería podía ser el definitivo punto de inflexión, cuando en realidad sólo era engordar para morir.
Pero hoy, sábado de Feria, más que asistir al inevitable trance del descenso matemático, lo que más me dolería sería ver que Chapín, en su despedida (esperemos que momentánea) de la Primera división, registrara una entrada muy inferior a la de la digna media que hemos mantenido durante toda la temporada.
No nos engañemos. Esta noche en Chapín se cierra un ciclo, el más brillante en la historia del club. La base del equipo que ahora expira en la máxima categoría es la que nos salvó hace dos años del descenso a Segunda B y a los infiernos de la desaparición, la misma que hace casi un año nos llevó a la gloria y la que tan dignamente ha paseado el nombre del club en su debú entre los mejores.
Con los paupérrimos siete puntos sumados en toda una primera vuelta, este grupo humano ha sabido recomponerse y cubrir una segunda con números europeos que nos han llevado a mantener un hilo de esperanza hasta la penúltima jornada liguera.
Desde aquí, mi homenaje y mis respetos a todos ellos. Espero que esta noche, desde las repletas gradas de Chapín, se sepa reconocer también. Enhorabuena chicos por habernos hecho creer.

miércoles, 5 de mayo de 2010

3-1: El Xerez, que se adelantó en Mestalla, acabó derrotado y casi descendido


El Xerez rozó durante doce minutos la posibilidad de seguir soñando con la permanencia en Primera división, los que separaron el tanto inicial de Armenteros del empate de Mata, protagonista del partido con dos goles y una asistencia, poco antes del descanso. A partir de ahí, el choque fue un paseo para un Valencia que se creció y que ya no tuvo prácticamente rival.
El cuadro ché controló el partido desde el comienzo, pero acusó las ausencias de jugadores como Joaquín y Villa a la hora de aprovechar sus continuas llegadas. Los de Gorosito se venía claramente dominados, aunque paradójicamente controlaban la solución.
El argumento ofensivo de los de Emery se centraba en envíos de Mata o Pablo Hernández en busca de la cabeza de Zigic, pero la zaga azulina y su meta Renan se mostraron muy seguros anulando el juego aéreo de los locales.
En ataque, el Xerez se conformó con aprovechar su oportunidad. Orellana tuvo su primera oportunidad tras una buena acción individual en la que se marchó de todos pero acabó rematando alto.
En la segunda no perdonó. Sobrepasada la media hora, Marchena perdió un balón del que se aprovechó Víctor para buscar la portería y dejar en bandeja el tanto a Armenteros tras superar a César en su salida.
Tras el tanto visitante, el juego local se tornó impreciso y el Xerez comenzó a tocar más y mejor. Los pitos aparecieron en Mestalla y el Xerez se creció, aunque sin inquietar a César.
Así transcurrió el partido hasta el límite del primer acto, pero en el tiempo añadido, Leandro hizo falta a Zigic en la frontal. Mata de libre directo batió Renan y devolvió las tablas al resultado.
En la reanudación, el Valencia salió dispuesto a darle la vuelta al marcador y evitar así sorpresas. La primera ocasión clara la tuvo Zigic a los tres minutos, con un balón suelto que Renan salvó con el pie.
Los de Emery le metieron al juego una marcha más, una mayor intensidad y encerró en su campo a un Xerez incapaz de llegar al campo contrario con el balón controlado.
El segundo gol estaba al llegar y lo hizo en el minuto 57, tras un sensacional servicio entre líneas de Silva que Mata resolvió cruzando ante Renan.
Para apuntalar la victoria y evitar que se le escapase, Emery dio entrada a Villa por Zigic. Casi al unísono, Gorosito hizo lo propio con Antoñito por Moreno.
Pero el Xerez no dio sensación de poder reaccionar y el Valencia contó con el favor defensivo del colista para marcar el tercero. Mata habilitó para Silva, que batió a placer a Renan.
Los jerezanos sólo aspiraron a meterse de nuevo en el partido tras un despeje poco ortodoxo de Maduro que permitió a Antoñito disparar y rozar el poste.
A falta de dos jornadas para el final del campeonato, al Xerez le queda sólo ponerle fecha a su descenso matemático a la Segunda división. A pesar de una muy digna segunda vuelta, los paupérrimos siete puntos sumados en toda la primera supusieron un lastre insuperable.

domingo, 2 de mayo de 2010

Es posible


En este domingo jerezano de motos y farolillos, de asfalto y albero, amanezco con el regusto aún del gol sobre la bocina de Mario Bermejo. Y me ratifico en que los grandes clubes, a pesar de sus mediocres dirigentes, se hacen a base de pequeños detalles.
Echando la vista atrás, y sin necesidad de remontarnos a la prehistoria de nuestro fútbol, este Xerez ha llegado a codearse con los mejores equipos de nuestra liga gracias a dos momentos puntuales, geniales, casi milagrosos, que me recuerdan mucho al gol de la victoria de ayer ante el Almería.
Hace ahora dos años, cuando todavía nadie daba un duro por un Xerez que, de la mano de Esteban Vigo, luchaba por escapar de las garras del descenso a Segunda B, una genialidad de Antoñito le dio el triunfo "in extremis" frente a un Castellón que sólo un minuto antes había estrellado un balón en la madera. De lo que pudo ser el 1-2, pasamos a un 2-1 que fue clave para que los azulinos acabaron salvándose del descenso y de una casi segura desaparición.
Un año después, en plena recta final liguera, una sucesión de malos resultados en Chapín ante Rayo (1-1), Real Sociedad (1-3) y Zaragoza (1-2) nos obligaba a ganar en Las Palmas para no ir con el paso cambiado.
Casi con el tiempo cumplido, perídamos 2-1, pero otra vez Antoñito y un tanto postrero de Brian Sarmiento, nos diera otro triunfo en el límite del tiempo que fue clave para el devenir de un campeonato que tuvo como broche el inolvidable e histórico ascenso a Primera división.
Si Antoñito, en aquél choque de hace dos años ante el Castellón, hubiera mandado fuera la ocasión postrera, no hubiera dado lugar al gol de Sarmiento en Las Palmas un año después, y mucho menos al tanto de Bermejo ante el Almería.
Para mí que el gol de Mario de ayer tarde puede valer más que tres puntos que se antojaban imprescindibles para seguir vivos en la pelea. Personalmente, me resisto a pensar que pueda ser engordar para morir y que vayamos a morir ahogados en la orilla.
A priori, el calendario nos depara tres enfrentamientos ante equipos que ya no se juegan tanto. El Valencia, con permiso del Mallorca, tiene casi atada la tercera plaza con la que accede directamente a disputar la Liga de Campeontes. El Zaragoza, si como parece logra vencer al Español el miércoles, llegará a Chapín el domingo con la permanencia en el bolsillo. Y el último partido en Pamplona se me antoja un mero trámite para los de Camacho, si es que no hay maletines de por medio.
Ahora bien. La dinámica de los de Gorosito es claramente ascendente, pero no hay que perder de vista que no hemos sidos capaces de encadenar dos triunfos seguidos en toda la temporada, y que estamos obligados a sumar cuatro consecutivos. ¿Alguien duda de que esto es posible? Yo, desde luego, me resisto.

sábado, 1 de mayo de 2010

2-1: Bermejo salva en el límite a un Xerez heroico que aguantó casi una hora con diez



Al final se podrá descender, que con nueve puntos por disputar y a cinco de la salvación, es lo más probable, pero al aficionado del Xerez ya nadie le podrá quitar la sonrisa de satisfacción que se le ha quedado viendo el heroico y agónido triunfo de su equipo.
Ni en la cabeza del más brillante director de cine tendría cabida un final de infarto como el vivido esta tarde en Chapín.
Con la emoción y el corazón aún encendidos, dudo comenzar por el inicio o hacerlo por el final, ese que que ha provocado en las gradas los mismos abrazos y escenas de emoción que hace diez meses y medio.
Increíble, mágico, épico, sublime... A uno le entraron ganas de lanzar por el aire el microcasco y fundirse en un abrazo con los aficionados que no daban crédito a lo que estaba ocurriendo. Después de una hora jugando en inferioridad numérica por expulsión de Keita, tras haber salvado hasta cuatro situaciones claras de gol de un Almería fallón hasta la desesperación, sin fuerzas apenas para mantenerse en pie, David Prieto condujo un balón desde la izquierda y sirvió al área para que Bermejo -siempre Mario- cabeceara a gol y provocara el delirio segundos antes de que el colegiado señalara el final del choque. A partir de ahí, la locura.
Antes, eso sí, las pasamos canutas. Tras un buen comienzo, el Xerez, como ante el Racing, comenzó a desinflarse, perdiendo la posesión del balón en favor del Almería.
Aún así, a los 27 minutos, Calvo sirvió al área y Ortiz, para evitar el remate de Armenteros, marcó en propia puerta.
Sin embargo, poco duró la alegría a los locales, ya que seis minutos después, Soriano desvió a gol un saque de falta y restableció la igualada.
Pero lo peor estaba por llegar. En el 39, Ayza Gámez expulsó merecidamente a Sidi Keita, dejando al Xerez con uno menos y con todo el partido por delante para tratar de lograr una victoria imprescindible para seguir con vida.
En la segunda mitad, el Xerez salió más enchugado. Gorosito mandó adelantar las líneas y la presión del Xerez, con Víctor Sánchez y Orellana inconmensurables, surtió efecto.
El Almería renunció el balón de forma incomprensible y se decantó por intentar sentenciar a la contra. En circunstancias normales lo hubiera logrado, ya que Uche, Piatti y Nieto tuvieron hasta cuatro ocasiones inmejorables que no aprovecharon para desesperación de Lillo.
Así llegamos hasta la jugada postrera de las que, pase lo que pase al final, permanecerá imborrable en la memoria de los aficionados.