domingo, 20 de junio de 2010

Ahora sí


Asumo el riesgo de comerme estas palabras dentro de una, dos o tres semanas, pero he decidido mojarme. Harto de leer, escuchar y ver a todo quisque dando lecciones a toro pasado sobre, por ejemplo, la conveniencia de jugar con un solo mediocentro de corte defensivo en lugar de hacerlo con dos, ahí va mi órdago: España será la campeona del Mundo el 12 de julio.
Ahora que lo fácil sería sumarse a las críticas hacia Del Bosque, Villa, Casillas y su novia, me resisto a claudicar ante los típicos topicazos de la "España de siempre" y renuevo mi confianza en la que sigue siendo la mejor selección del momento.
No puede ser que hace una semana fuéramos los mejores de la historia y ahora de repente hayan regresado todos los fantasmas, los temores y los complejos del pasado que parecían haber sido superados tras el Europeo de 2008.
Vamos a ganar. Y ni siquiera antes del partido frente los suizos estaba tan convencido de esta afirmación. Me daba mala espina tanto halago y me incomodaba llegar al Mundial siendo el rival a batir.
Es lo que tiene ser de la generación del 73. La que no vivió los goles de Zarra ni de Marcelino y se comió en plena infancia el marrón del fracaso del Mundial de Naranjito. La que se metió en la piel de Arconada para llorar con él por el gol de Platini. La que no tuvo consuelo tras caer en los penaltis ante Bélgica en el 86 o Inglaterra diez años después. La que prometió no comer más pizza tras el codazo de Tassotti a Luis Enrique. La que no dio crédito cuando Raúl falló la pena máxima decisiva ante Francia. La del día de la infamia en Corea a manos de Gandoul...
Algo me dice que la primera derrota ya ha llegado porque no volverá a producirse cuando el margen de error haya desaparecido. Hemos fallado en el debut, porque ni en el resto de la primera fase, ni en octavos, ni en cuartos, ni en semifinales, ni en la final volveremos a hacerlo. Sencillamente, porque este Mundial lo vamos a ganar.

No hay comentarios: