sábado, 7 de noviembre de 2009

Como champiñones


"Aquí hay aficionados muy atrevidos, que pretenden dar lecciones, imponer sus criterios sin escuchar y hablarle de igual a igual a un profesional del fútbol". Esta frase me la dijo hace años en una entrevista mi buen amigo Miguel Gail, al que dicho sea de paso no se le ha reconocido el papel clave que desempeñó en la temporada del último ascenso a Segunda que coronó Máximo Hernández.Gail no contaba con que un sector de esa afición no le iba a perdonar nunca esa afirmación y, aunque mantuvo siempre al equipo en puestos de liguilla, sus fuertes discrepancias con Luis Oliver le acabaron costando el puesto.Y me viene esta frase a la cabeza casi diez años después ante la alarmante proliferación de técnicos sin título ni cualificación en las gradas de Chapín. Justo el año en el que todo tendría que ser distinto, en el que todos deberíamos estar aprendiendo de la nueva experiencia y madurando a pasos agigantados, en el que la paciencia debería ser nuestro principal arma para hacernos más fuertes ante los reveses que estamos sufriendo y que sufrimeros, los "Capello´s" de pacotilla nos crecen en las tribunas como los champiñonesEs verdad que todos llevamos un entrenador dentro, pero aquí nos estamos pasando un pelín. En los últimos días he llegado a oir sandeces del calibre de: "menos mal que Ziganda está rectificando", "por fin se ha dado cuenta de que teníamos razón" o "yo ya dije que teníamos que jugar con dos delanteros". Sin entrar a valorarlas, me pregunto en qué curso nacional de entrenadores habrán coincidido con Ziganda todos estos seleccionadores en potencia.Venga hombre, vamos a cortarnos poquito, dejemos trabajar a quienes -no lo duden- se están dejando la piel y echémosle a esto algo de humildad porque, a lo peor, cuando se nos bajen los humos ya es tarde.

4 comentarios:

wakisney dijo...

Siguiendo en la misma líena en la que hablas, creo que se puede opinar de fútbol de muchísimas maneras pero ninguna las entiendo válidas si no es con educación y un poquito de rigor.

Entiendo como factible comparar a un entrenaodr con otro u opinar acerca de las sensaciones que puedan llegar a la grada de un determinado técnico pero lo que no se puede hacer es desprestigiar a Ziganda por el simple y mero hecho de que aquí antes hemos tenido un entrenador que lo ha logrado todo y ya por eso algunos aficionados se sienten capacitados para desprestigiar a unos profesional que lo han sido todo en el mundo del fútbol (Ziganda, Goicoetxea y Valencia) que, por cierto, tienen más curriculum que cualquiera de los jugadores de la actual plantilla del Xerez.

Yo siempre he opinado de las luces y sombras de Ziganda como técnico desde este blog y del mío propio, pero creo haberlo hecho siempre con la lógicas reservas que debo tomar por ser sólo un aficionado.

Buen artículo ;)

Eugenio Camacho dijo...

Querido José María. Lo de los seleccionadores de pacotilla no iba precisamente por gente como tú, buenos aficionados con espíritu crítico, que nunca deben faltar. Creo que has cogido la idea y que sabes por dónde van los tiros. Un abrazo y gracias una vez más.

Miguel Ángel Borrego Soto dijo...

Querido Eugenio, tiene usted toda la razón. Además, esos entrenadores de pacotilla que pululan las gradas de Chapín son los mismos que se levantaron de sus asientos y se marcharon del estadio cuando el Sevilla marcó su segundo gol hace una semana. Yo seguiré siendo crítico con el equipo y Ziganda o quien comande el banquillo si el juego del Xerez no me gusta, y daré mi opinión, como dice el amigo Wakisney, como aficionado. Y según vengan los resultados y me venga la ilusión, clamaré a los cuatro vientos eso de Ziganda lárgate, o bien todo lo contrario, Ziganda, eres un fiera. Así es el fútbol. Por ahora sólo digo que ojalá el Cuco haya dado con el sistema idóneo para su once tipo y titular. Me gustó mucho la segunda parte de Osasuna y todo el encuentro ante el Sevilla, aunque perdiéramos en ambas ocasiones.

Eugenio Camacho dijo...

Ese es el camino. Debemos ser críticos, pero no beligerantes.