domingo, 11 de julio de 2010

La gloria, a un paso


Lo confieso. No estoy tranquilo. Me he pasado casi toda la noche en vela dándole vueltas a la cabeza sobre cómo contrarrestar la presión que ejercerán arriba los holandeses... como si yo fuera a solucionar algo.
Estoy como un flan, y espero que mi amigo Ard -holandés casado con española que ha salido despavorido para Amsterdam por lo que pueda pasar- no lea ésto, porque esta mañana, chateando con él a través del Facebook, le he dicho que estaba sólo "un poco nervioso". No conviene darle pistas al enemigo.
Tengo otro amigo holandés, Paul, aunque en este caso más que un amigo es como mi hermano. Soy padrino de Anna, su hija mayor, y está casado con mi prima hermana, Blanca. Igual le conocéis porque el viernes le sacó Antena 3 en su informativo nocturno.
Al igual que Ard, también se ha quitado de enmedio porque no estaba dispuesto a vivir la final en territorio hostil. Claro que, en su caso, se ha ido de Guatemala a Guatepeor, ya que verá el partido en Madrid, en casa de su hermano, Franz (Paquito para los amigos).
Con Paul llevo sin hablar desde que eliminamos a Alemania. Hemos quedado en no comunicarnos en una temporadita, porque nuestra amistad vale más que la final de un Mundial.
¿Y porque os suelto yo todo este rollo? Supongo que estoy atacado y que necesitaba aporrear un poco el teclado para soltar la tensión. Pero nada, sigo igual o peor.
Lo dicho, que la gloria está a un paso. ¡¡¡Vamooooooooosssssssss!!!

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