sábado, 9 de enero de 2010

Vencedores y vencidos


Que el Xerez estuviera descolgado de la lucha por la permanencia cuando el nuevo año apenas ha comenzado no entraba en los planes ni de los aficionados más pesimistas, que por lo visto ahora son legión.
A toro pasado, la política de fichajes ha sido un fiasco, por no hablar de una gestión indigna de un club que milita de momento en la mejor liga del mundo.
Las Navidades, a parte de para otras muchas cosas típicas y tópicas, han sido un período propicio para la reflexión.
Y meditando entre pestiños, pavos, peladillas y reuniones de amigos, llego a la conclusión de que, en el ecuador del campeonato, hay unos claros vencedores y vencidos.
Los primeros son los que, interesadamente, han logrado crear un ambiente hostil entorno a un equipo (los vencidos) que lo ha acabado acusando. No es normal el listón que desde el primer momento se le ha colocado a un conjunto recién ascendido, debutante y con tantísimas limitaciones. No es lógica la exigencia para con un técnico cuyo gran delito es haber sido el sustituto del entrenador más importante en la historia del club. No es de recibo que un frente mediático-peñístico-social se haya propuesto darle una patada a Morales, Monterrubio, Rondán y Cía en el trasero del equipo.
Se está confundiendo lo deportivo con lo social, de forma que una derrota se ha dado por bien empleada si con ella se encendían más los ánimos contra los actuales gestores del club. Y es que, si en la temporada pasada los méritos eran para Esteban Vigo (que no digo yo que no los mereciera, porque ahí están sus números), ahora sin el Boquerón no podían permitir que los que se han quedado se colgaran la medalla de una hipotética permanencia.
Todos coincidimos en que el equipo que el año pasado se paseó por la Segunda división las pasaría canutas este ejercicio para mantenerse en la máxima categoría. Pero de ahí a poder descender matemáticamente en marzo, va un trecho. Allá cada uno con su conciencia.

4 comentarios:

Wakisney dijo...

Ojú, Eugenio,... no estoy de acuerdo contigo esta vez. Da la sensación que el estupor y desesperación de la gente por la gestión nefastísima de los dirigentes son muy culpable de la actual situación. Estamos donde estamos por que no existe ningún proyecto mínimamente decente. Ni deportivo, ni institucional. Consejeros que van y vienen, comentarios de venta del club con plazos no cumplidos que generan inseguridad en la afición, fichajes baratos que no sómo no mejoran el nivel del equipo salvo contadísimas excepciones,...

Además, en cuanto al listón que comentas que se la ha puesto al Xerez yo personalmente creo que está donde debiera estar. Basta ya de paños calientes y, a sabiendas de la gran dificultad que tenía el equipo en conseguir la permanencia, al equipo hay que exigirle al menos que compita dando la cara y no bajando los brazos como se hizo ante Atl. Madrid o Getafe, por ejemplo para luego lucirse y hasta gustarse ante Real Madrid, Sevilla o Valencia.

Ziganda lo ha tenido en chino mandarín para poder llevar la manija de este grupo pero sus declaraciones suelen ser más pesimistas y tristes (cito a MABS) y lejos de generar ilusión o al menos ganas dan lugar a la resignación. Cierto es que donde no hay mata no hay patata pero está claro que si desde él no se empieza a infundir confianza (como por ejemplo si ha hecho recientmente en sus declaraciones antes del partido del Valencia) no sé realmente que espera conseguir el navarro.

Para acabar como muestra un botó: entre peladillas y turrones, las únicas declaraciones que han infundido esperanza y confianza en que la permanencia es posible han provenido de Esteban Vigo en sus vacaciones navideñas. No sé si es carisma o inteligencia pero este sí que sabe. Por algo ha sido el mejor de la historia.

Eugenio Camacho dijo...

Vamos a ver, José María. Que el club es un caos en todos los aspectos, ni lo vamos a descubrir, ni lo vamos a negar. Que a estas alturas el hartazgo de todo el mundo sea total es un hecho constatable. Yo no hablo de que se haya sembrado bien desde el club, más bien todo lo contrario. Me refiero a que desde verano muchos han estado dinamitando el proyecto deportivo porque con ello se cargaban de argumentos y de razones para seguir haciendo oposición frente los responsables del club. Se ha confundido lo deportivo con lo social, y eso ha acabado por desquiciar al vestuario. Si, como en años atrás, las críticas se hubieran centrado sólo en la gestión del club, sin salpicar a la plantilla, posiblemente ahora el muerto estaría un poco más vivo. Como ejemplo podemos poner el Xerez del primer año de Schuster, con mil y un problemas extradeportivos que no afectaron hasta el final a la buena marcha del equipo. O las dos últimas temporadas, en las que la buena labor de Esteban Vigo y sus jugadores solaparon la nefasta gestión del club.
Me mantengo en que esta vez una buena parte de la afición ha pagado con el equipo su propia impotencia por los lamentables acontecimientos que vuelven a marcar el día a día.
En cuanto a las palabras del Boquerón estas Navidades, son para quitarse el sombrero. Pese a tener argumentos para hacer sangre, ha estado a la altura de un caballero, que además vuelve a su segunda casa por la puerta grande por méritos propios.

Wakisney dijo...

Ahora te he entendido mucho mejor. No te había captado la primera vez pero ahora te has encargado de dejármelo mucho más claro sobre todo con esos dos muy buenos y gráficos ejemplos de Schuster y Esteban.

Y no tengo más remedio de estar de acuerdo en parte contigo, lo cual hasta me alegra. Es cierto que las críticas deportivas han servido para hacer sangre en la horripilancia institucional y que incluso han configurado la lanza perfecta sin atender las consecuencias deportivas que ello pudiera tener.

De todas formas me surgen dos dudas que no me hacen convenir del todo contigo:
1.- ¿Que ha sido primero, el huevo o la gallina? o ¿las críticas intitucionales han afectado de sobremanera al vestuario hasta vernos así o la paupérrima marcha deportiva ha generado el difinitivo desquiciamiento de la afición frente a Morales y cia.? Fíjate que muchos creíamos que había mimbres para lograr los objetivos y ahora la inmensa mayoría piensa lo contrario.

2.- ¿No puede ser que cubrir de plomo las paredes del vestuario en el primer año de Schuster y en las dos etapas de Esteban Vigo haya sido un mérito de estos dos entrenadores y que no se haya hecho o logrado en esta campaña sea un demérito de Ziganda? Tanto el alemán como el veleño estuvieron siempre muy preocupados de sus jugadores y se posicionaron al lado de ellos, protegiéndolos, acogiéndolos, mentalizándolos y motivándolos. Ziganda en nada da esa sensación y pese a su "voz de niño bueno" frente a los micrófonos ya son varia las veces que ha tirado chinitas o alguno que otro jugador, lo que pudiera generar en un vestuario "sin padre".

Habría que estar dentro (o muy cerca del vestuario) para ver si ha sido lo uno o lo otro y, claro, yo hasta ahí no puedo llegar, jejejee.

Eugenio Camacho dijo...

1.- La planificación general, como viene siendo habitual en los últimos años, ha sido nefasta. Después, el poco margen de confianza, las críticas y la impaciencia de buena parte de la afición hacia el técnico y los jugadores han hecho el resto.

2.- Comparar a Ziganda con Schuster y Esteban no me parece ni justo ni acertado. La Primera y la Segunda no tienen nada que ver. Buena prueba es que los tres equipos que el año pasado barrieron en Segunda, a estas alturas son los tres colistas de Primera. En Segunda y en situaciones desfavorables, a Schuster y a Esteban le sonrieron los resultados y el equipo tenía una calidad más acorde a la categoría, aunque no vamos a quitarle méritos. Sin el aval de la marcha deportiva, ni uno ni otro podrían haber logrado aislar al equipo de los problemas extradeportivos. Nunca sabremos si Ziganda lo hubiera conseguido en esas dos ocasiones, pero creo que el plantel está con él porque es un tío honesto, trabajador y que va de frente. Estos son avales suficientes para tener a la plantilla de su parte, aún en situaciones tan adversas como las que tocan. Un saludo.