domingo, 10 de octubre de 2010

1-3: El Xerez muestra de nuevo su lado oscuro y cae justamente ante un buen Huesca


El Xerez capaz de lo mejor y de lo peor regresó de nuevo en su peor versión a Chapín cuando menos se esperaba. Los de Javi López recibían al hasta ayer vicecolista en su mejor momento. Tras cuatro victorias consecutivas y otros tantos partidos sin encajar gol, nada hacía presagiar que el cuadro vulgar del arranque del campeonato volvería a emerger ante un rival tan necesitado como lo estaban Numancia, Córdoba, Tenerife y Nástic.
El partido se le atascó desde el primer minuto a un Xerez impotente e indolente a partes iguales. El Huesca, por su parte, le plantó cara en todo momento y demostró sus intenciones nada más sacarse de centro.
La batalla comenzó a perderla el cuadro local en el centro del campo. Helguera se merendó a las primeras de cambio a Barber y Cordero, y el Xerez sin balón fue el mismo equipo previsible, sin ideas y carente de profunidad que ante el Cartagena o el Barça B.
Estaba claro que no iba a ser la tarde de los azulinos, y mucho menos cuando Roberto vio adelantado a Lledó, para variar, y le elevó el balón desde cuarenta metros para adelantar a los suyos.
El Xerez tampoco reaccionó con el gol en contra, y cinco minutos después Roberto aumentó la distancia tras recibir de Helguera y sacarle las vergüenzas a una zaga que echó en falta más de la cuenta al sancionado Moreno.
Más impotencia que por otra cosa, los locales buscaron meterse en el partido reclamando penas máximas inverosímiles en las que no picó el colegiado. Para colmo, en la única acción clara de gol, José Mari falló a bocajarro una falta botada por Capi.
Al Xerez se le vio algo más en la reanudación, pero tampoco para tirar cohetes. Los jerezanos quisieron volver al partido por lo civil o por lo criminal, pero el colegiado no estaba para muchas concesiones y escamoteó un para de posibles penaltis por manos y por agarrón a Bermejo que encendieron a los aficionados.
Ante tanto color gris, Javi López buscó algo de colorido dando entrada a Héctor Font, que resultó clave para el amago de reacción de los xerecistas. Pero todo quedó en el amago, ya que tras el gol del centrocampista, Bauzá se encargó de acallar los tambores de remontada con una volea imposible para Lledó.
Con el tercer gol oscense, ni el Xerez creyó ni el Huesca quiso hacer más sangre, por lo que los últimos minutos sobraron.

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