sábado, 30 de mayo de 2009

Gracias


Cuesta hacernos a la idea, pero el Xerez tiene dentro de unas horas una cita con la historia. Pero esta vez es de las gordas, porque nos meterá de lleno en la leyenda del balompié español, el mejor del planeta hoy por hoy.Por primera vez en 61 años, 8 meses y 6 días, el Xerez disputará una "bola de partido" -la primera de cuatro- para ser equipo de Primera. Nunca antes afrontamos una jornada para ascender a la máxima categoría. En estos días hay quien echa la vista atrás y recuerda otro domingo de Pentecostés, pero de hace siete años, en el que pudimos dar el gran salto. Pero debíamos vencer al Recreativo y hacerlo también en la última jornada al Real Oviedo en La Juventud. El final de la historia, para desgracia de todos, lo saben tan bien como yo. Cuando parecía que esta temporada volveríamos a luchar por la permanencia, cuando nadie daba un duro porque estuviéramos vivos a estas alturas, el destino nos ha brindado otra oportunidad que no esperábamos.No sé a ustedes, pero a mí me recorre el cuerpo estos días una extraña sensación que en nada se parece a la de las vísperas de los Xerez-Tarragona, Xerez-Ceuta, Xerez-Gramanet y Xerez-Toledo de los cuatro últimos ascensos a Segunda. Me temo que lo que está por venir nos supera de tal forma que no somos capaces de predecirlo. Por mucho que se empeñen en preparar los fastos del ascenso, ninguno de los miles de aficionados que sueñan en azul y blanco desde hace semanas lo sabe.Por eso, pase lo que pase de aquí a cuatro semanas, mil gracias a todos los profesionales que han obrado la "temporada del milagro". Gracias por haberos partido la cara y por haber devuelto la ilusión a una afición tantas veces maltratada. Gracias por no haberle recriminado a esa misma hinchada que su apoyo total no se haya producido hasta muy al final. Gracias por esa lágrima que el otro día se le escapó a Pepe Martínez, un antiguo chófer de la bodega Domecq que no faltaba ni un sólo domingo a su cita con el Xerez desde las filas de pie del fondo norte del viejo estadio de la avenida de Méjico, y que desde su habitación del asilo de La Granja tampoco puede contener su emoción.Y gracias por tantas cosas que ahora me es imposible enumerar, pero que no acabo de poner en pie porque los acontecimientos, como a todos, me están desbordando. Gracias.


(Foto: xerezcd.com)

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