Ver para creer (12 de julio de 2008)

La verdad es que no salgo de mi asombro. Que 22 días después de anunciar que el club estaba vendido venga ahora Joaquín Morales a decir que lo "único" que falta es el dinero para que se produzca el traspaso de poderes, es poco menos que cachondearse del personal. Vamos, que después de la que lió la alcaldesa para, no sé por qué misteriosos motivos, intentar vender el club antes del último partido de Liga, estemos esperando, casi un mes después, a que el tal Garrido libre la morterá es, cuanto menos, muy poco serio.Imagínese que se presenta usted hoy mismo en una inmobiliaria y, con la que está cayendo, hace una oferta por un "bungalow" con vistas al mar, tres dormitorios, jardín y piscina. Cuando está todo listo para firmar ante notario, usted comunica que falta un pequeño detalle insignificante: el dinero. ¿Se imaginan el calibre de la patada en su trasero por parte del agente inmobilario?¿Y la del notario?¿Para qué entonces estas tres semanas perdidas en las que el cuerpo técnico ha tenido atadas las manos y no ha podido cerrar la incorporación de algunos jugadores interesantes y en libertad que, hartos de esperar y de ver cosas raras, han acabado firmando por otros clubes?Ahora se anuncia la campaña de abonados para el 22 de julio. Esperemos que no sea demasiado tarde y que ese fuego que prendió claramente con 18.000 seguidores en las gradas de Chapín ante el Elche no se haya apagado. Porque lo lógico es que más de uno piense que tanto el que se quiere ir como el que podría venir han estado dedicándose a tomar el pelo a los socios y aficionados ante la atónica mirada de unos jugadores que pensaban -ingenuos ellos- que estaban ya curados de espanto y que ya no les quedaba nada por ver en el Xerez. Sólo falta que mañana leamos en La Voz que Yordi, Marco Navas ó Antoñito, también cansados de esperar una respuesta, también hacen las maletas. Entonces, menos todavía que ahora, me cambiaría por Esteban Vigo.