sábado, 9 de agosto de 2008

El abuelo Chichirraca


(Publicado en La Voz de Jerez, el 9 de agosto de 2008)
El próximo día de la Merced cumplirá 61 años, pero el abuelo Chichirraca no anda muy católico que digamos. No sé yo si llegará a ver a España en el Mundial 2010, y menos aún creo que pueda ver jugar a sus hijos algún día en Primera división, el sueño de toda su vida.El abuelo Chichirraca está muy castigado. Aunque no está ni en edad de jubilarse, parece que hubiera vivido más de cien años. En general no ha tenido una vida fácil, aunque los últimos años han sido especialmente difíciles. Su hermano, al que no llegó a conocer, murió de una enfermedad parecida, pero todavía más joven. Debe ser algo hereditario.Cuentan que en Málaga, Mérida, Logroño, Oviedo o Burgos se han registrado casos similares. Es una patología que va consumiendo lentamente al enfermo. Al principio, los síntomas no son muy perceptibles, de forma que su entorno no se da -o no quiere darse- por enterado.Después de años sufriendo una molesta "municipalitis", dolencia que fue anulando su personalidad, el primer mazazo fue una "oliveritis" que lo dejó postrado en cama varios años y estuvo a punto de llevarle para el otro barrio.Especialmente duro fue para él que, por un capricho, lo echasen de su propia casa, viéndose obligado a mendigar posada.De esa salió, pero fue para ir de Guatemala a Guatepeor. Poco después, una "silgaditis" lo dejó en coma, pero al igual que con la "oliveritis", el doctor Pacheco no supo dar con la tecla.La salida al mercado de un nuevo medicamento, "turronero", pareció darle vida, pero la expulsión del doctor Pacheco del Colegio Médico, por torpe, dio al traste con todo.De modo que en esas está el abuelo, con una "moralitis" en fase terminal que está ofreciendo resistencia a todo tipo de antibióticos, como el "Garridol", de un laboratorio belga.Sólo nos podemos aferrar a una última esperanza. Es un tratamiento nuevo a base de "Nuchera", un medicamento con el que, casualmente, nos hemos topado, pero que de momento no se ha probado con humanos. Confío en que no tarde en salir al mercado. Yo, por si acaso, le he dicho a Olmedo que meta en agua la corona de flores con el mensaje "Tus hijos, nietos y amigos no te olvidan".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen diagnostico el tuyo Eugenio, pero te ha faltado que tambien ha padecido "pilaritis" una enfermedad de las más graves que ha tenido este abuelo Chichirraca.