(Publicado en La Voz de Jerez, el 10 de mayo de 2008)
No soy amigo de personalizar cuando las vacas vienen flacas, ni cuando están bien cebadas. Pero es de justicia reconocer el trabajo de un jerezano al que, por su condición de paisano, le vienen negando el pan y la sal desde que recaló en el equipo de su tierra hace cuatro años (¡cómo pasa el tiempo, Dios!). Pedro Ríos Maestre se ha ganado a pulso lo de "Pedro I, El Honrado". Desde que llegó, salvo Chaparro, todos los entrenadores (que no han sido pocos) han contado con él, y eso no no puede ser una casualidad. Perico es siempre garantía de trabajo, honradez, dedicación, sacrificio, ... y calidad, o es que no se acuerdan del gol al Albacete desde el centro del campo que si le da por marcarlo al Kun da la vuelta al mundo.No hace mucho, en plenas vacas flacas, un sector importante de la afición la emprendió por enésima vez con el futbolista. Y precisamente por eso, por honrado. Por no esconderse, por ofrecerse a sus compañeros, por no dejar de intentarlo aunque no tuviera su tarde...¿Recuerdan lo de Chaparrinsky? Anda que si en lugar de Perico Ríos nuestro paisano se llamara Peter Rivers, igual estábamos recogiendo firmas para que el Ayuntamiento lo declarara Hijo Adoptivo de Jerez.Pero no, es Perico, nació y se crió junto a diez hermanos en un piso modesto en el Polígono de San Benito. Tuvo que hacer las maletas bien joven para hacerse futbolista en Sanlúcar y en Ceuta, donde se curtió tanto que los pitos de Chapín le parecen juegos florarales. Hizo como otros tantos jóvenes de aquí (¿le suenan Kiko, Quique Romero, Güiza, Luna, José Vega...?) a los que se le cerraron las puertas del club. Un Xerez que antes, ahora y siempre no duda en abrírselas de par en par a los inefables "Tanques" Ramírez y Rojas, a los Lekic ó a los Del Bono de turno.Ahora todos son parabienes para Pedro I, El Honrado. Pero no se equivoquen, a poco que falle un pase o un regate volverán a querer colgarle en la plaza del Arenal. ¡Por jerezano!.
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