lunes, 21 de junio de 2010

Yo me bajo de la nube


¿Y tú? Porque no recuerdo un partido de la selección española en un campeonato grande en el que después de ganar con claridad al adversario de turno haya terminado con sensaciones tan pobres.
Leo en la edición digital de Marca: "La Roja vuelve a enamorar". Supongo que será la forma de mentirse a sí mismos que emplean algunos para, a su vez, engañar a otros y seguir vendiendo periódicos.
Y es que de volver a enamorar, nada de nada. España le pasó por encima a un grupo de amiguetes que han ido a Sudáfrica a pasarse un mes a la bartola representando a un país futbolísticamente de quinta como Honduras.
Bien es cierto que el marcador se quedó muy corto para las muchas ocasiones de que dispuso un combinado nacional tremendamente superior. Pero créanme, el baño fue más por deméritos del rival que por méritos propios. La ocasión la pintaban calva para endosarle a los hondureños un marcador épico, pero la selección sigue mostrando una falta de gol alarmante, agravada ahora por una condición física que sólo le permite aguantar una hora de juego a un ritmo alto y que llena de incógnitas el futuro más inmediato.
Hemos ganado nuestro primer partido en el Mundial a costa de la peor selección, con gran diferencia, de todo el campeonato.
Aunque no quisimos verlo en la Copa Confederaciones de hace un año, aunque los brillantes "bolos" de preparación sin nada en juego nos deslumbraron y aunque nos doliera en el alma, por injusta, la derrota ante Suiza, "la Roja" nos ha bajado de la nube en la que nos encontrábamos desde hacía dos años.
Ha tenido que llegar la primera victoria en Sudáfrica para darnos cuenta de que no somos, ni muchísimo menos, candidatos a nada. Lo siento por quienes le crucifican, pero con la marcha de Luis Aragonés de la dirección técnica se le ha ido a la selección española todo el carácter que logró imprimirle y que le llevó a ganar una Eurocopa.
No sé a ustedes, pero a mí esta selección, contando con buena parte de los mejores jugadores del mundo, me da en el campo la misma impresión que cuando enfocan a Del Bosque en el banquillo. Ni frio ni calor.
Al "Sabio" se le podían recriminar muchas cosas, pero supo sacar de un grupo de muchos quilates una mala leche, un descaro y una determinación en los últimos metros que con el salmantino no vemos por ningún lado. Y eso en un gran torneo no suele traer nada bueno.
Con 2 a 0 y un rival enfrente desaparecido y entregado, España no ha tenido la sangre en el último cuarto de partido para aumentar un marcador del que dependía ser primera o segunda si se gana a Chile.
Aún queda un último y decisivo partido. El objetivo es ganar y esperar a ver si nos cruzamos con Brasil o Portugal. En cuanto a lo primero, permítanme dudar sobre si seremos capaces de vencer a Chile. Con respecto a los cruces, ya sinceramente me da igual, porque con esta candidez no somos superiores a nadie.

1 comentario:

Jesús dijo...

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