sábado, 12 de junio de 2010

Un paso adelante


Ahora o nunca. La afición del Xerez tienen ante sí una gran oportunidad para pasar a la acción y evitar que empresarios de cualquier tipo y condición sigan lucrándose lícitamente a costa del sentimiento y de la ilusión de miles de aficionados.
El período de interinidad que se ha abierto tras la renuncia de Souza está muy bien. Los administradores se afanan estos días en poner en orden unos números que al mismísimo Pitágoras le costaría cuadrar, suenan nombres ilusionantes para encabezar el nuevo proyecto, están locos por venir entrenadores que cuentan con la confianza de la hinchada y los futbolistas empiezan a ver con agrado la idea de volver al Xerez.
Sin embargo, bien harían las cabezas pensantes del xerecismos en abrir una vía paralela a la de la normalización. Me refiero a la situación accionarial que quedaría en cuanto los administradores dejen de administrar y el dueño de todas las acciones vuelva a tener la sartén por el mango.
No vamos a engañarnos. Souza no va a comprar y Morales está loco por vender. El ex presidente y ex consejero delegado, que al parecer atraviesa una difícil situación económica, arde en deseos de colocar sus acciones, no sólo para dar carpetazo a su tormentosa e intermitable etapa al frente del club, sino para hacer caja.
Como se demostró con los argentinos, poco le importará a Morales colocarle el club al primer indeseable que llame a su puerta con la promesa de pagar por sus acciones un buen puñado de euros.
Por eso no hay tiempo que perder. La afición debe dar un paso adelante. Abanderados por las peñas y asesorados por los refutados profesionales que rigen el club o la Fundación, los aficionados (cada cuál en la medida de sus posibilidades) van a tener que rascarse el bolsillo para evitar lo inevitable desde la llegada de las sociedades anónimas deportivos. Cuanto más aficionados sean, más barato y mejor.

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