Quizás lo que le venía faltando al Xerez, colista destacado de la Primera división, era una buena dosis de moral, y eso es lo que parece decidido a inyectarle su nuevo técnico, el argentino Néstor "Pipo" Gorosito.
El preparador sudamericano dirigió en la tarde de ayer su primera sesión de trabajo como preparador del Xerez después de que el flamante presidente azulino, Federico Souza, lograra desbloquear el tema económico. Souza puso encima de la mesa el dinero necesario para liquidar a los cuatro ayudantes de Ziganda, lograr el visto bueno de los administradores concursales y contratar al nuevo cuerpo técnico hasta el 30 de junio, y no hasta la misma fecha de 2011 como en un principio se había indicado.
De esta forma, Gorosito podrá sentarse en el banquillo de Chapín el próximo domingo ante el Osasuna.
El argentino califica su primera experiencia en España como un "desafío lindo, ya que a muchos técnicos del mundo les gustaría dirigir a un equipo de la mejor liga del mundo".
A pesar de que el tiempo se echa encima y de la difícil situación del Xerez, Gorosito dice tener "plena confianza" en la permanencia del equipo en Primera, y que "por eso acepté venir a trabajar acá".
En su experiencia en los banquillos argentinos, Gorosito recuerda que ha logrado también salir de situaciones apuradas en Nueva Chicago, Lanús y Rosario Central, pero aclara que "no fue mérito nuestro, sino de los jugadores con su rendimiento".
En cuanto al estado anímico que ha visto en el plantel, explicó que "los encontré golpeados porque no se consiguen resultados". En este sentido, su primer mensaje ha sido claro: "En adelante jugamos un campeonato con seis u ocho equipos. Lo que dejamos atrás, ahí queda, y sólo debemos tratar de corregir los errores".
Su filosofía también parece tenerla clara, ya que "quiero que juguemos más adelante y bien, tratando de dar prioridad a un fútbol de ataque, pero sin descuidar el arco".
Gorosito, que ha seguido con atención los tres últimos partidos del equipo ante Almería, Valencia y Zaragoza, valora "la mentalidad y la disposición del equipo sobre el terreno de juego", pero por contra "crea pocas ocasiones de gol". Por ello, su trabajo hasta el domingo consistirá en lograr una actitud "agresiva y presionando lejos del arco, aunque también dependerá de las herramientas con que contemos".
Lo cierto es que dos partidos consecutivos en casa ante el Osasuna y el Mallorca, parecen una buena oportunidad para buscar reducir distancias con el cuarto por abajo: "Estos dos partidos como local son muy importantes. Tenemos que ganar y sabemos la importancia que tienen".
A falta de presentar a un nuevo director deportivo, Gorosito no esconde la necesidad de contar con refuerzos para revertir la situación, aunque por respeto a los jugadores no hablar de ninguna demarcación específica. Ni siquiera pone como condición que los refuerzos sean argentinos: "Quiero el que juegue bien y sepamos que nos va a servir".
Preguntado sobre si el Xerez necesita ahora más un psicólogo que un entrenador, el técnico azulino asegura que "las dos cosas, aunque en los momentos de zozobra debemos estar respaldados por un buen trabajo". En cualquier caso, ha señalado que hablar como el cuerpo médico del club para tratar la posible contratación de un psicólogo.
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