sábado, 30 de enero de 2010
El césped
Mi estimado Paco Molero nos ofrece cada jueves en "Al palo" una acertada visión del Xerez con el estilo preclaro y certero que ya apuntaba hace años en el extinto ABC-Jerez. Sí, señor. Así se escriben los artículos, ahora que cualquiera que emborrona unas cuartillas se autoproclama articulista. Y yo el primero.
Sin embargo, disiento con él en su apreciación sobre el estado del terreno de juego de Chapín. Con la que está cayendo en lo deportivo y en lo social, y nuestra principal diferencia reside en si el "verde" del Municipal nos parece un tapiz o un sembrado.
No creo que la queja unánime de los jugadores sea para desviar el mísero bagaje de la primera vuelta. Objetivamente, la imagen que se proyecta de Jerez al universo futbolístico es tercermundista. Que en el estreno en Primera los "bichos chungos" hayan vuelto a hacer de las suyas es como para que presente la dimisión más de uno. Sobre todo porque no es la primera vez. Y no me refiero, Paco, al trabajo impagable del difunto Pancho y de Manolo, que le pusieron y le ponen todo su buen hacer a un oficio nada agradecido.
Tengo entendido que el mal del césped de Chapín radica en que la arena que se colocó de base para el 2002 era magnífica para que los caballos trotaran y saltaran, pero infame para el tapete de un campo de fútbol.
Ahora dirán los políticos que en Jerez hay cuestiones más urgentes que atender antes de gastarse 250.000 euros en arreglar el desaguisado, pero luego no escatiman en empujones para salir en la foto ni en gastos a la hora de sacar campañas como "Un equipo de primera para una ciudad de primera". ¿Se imaginan que Cristiano Ronaldo se rompe el tobillo tras meter el pie en un boquete de Chapín y se queda fuera del Mundial? Lo del codazo a Patrick Mtiliga iba a ser una anécdota.
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