No es nada nuevo por estas tierras ilusionarse más de lo debido con el nuevo de turno. Pasó con Luis Oliver, cuando Pacheco decidió desmunicipalizar el club -aparentemente, ya que la subvención continuó, y de qué forma- después de alternar en sus últimos años aciertos con errores garrafales en la gestión económica y deportiva. Al final, la cosa acabó como acabó, que si eres "gángster", que si tú un "dictador"... Parecía diíficil hacerlo peor que Oliver, pero en esas llegó Silgado, el inolvidable "Gafe de Triana". A éste le recibieron por todo lo alto en el Navarro Flores de Rota poco después de que el equipo tirara por la borda un ascenso que tenía en la mano y en plena confección de una gran plantilla a la que después no pudo pagar, tal vez porque nunca tuvo la menor intención de hacerlo.Al "Gafe" costó quitárnoslo de encima, y ya sobre la campana llegaron Morales, "El Turronero" y Cía., para abrir una etapa que no parecía tener fecha de caducidad. Al de Dos Hermanas lo recibieron mejor que a Oliver y a Silgado juntos, pero entre los malos rollos con sus socios, la salida por la puerta de atrás de la política de Pacheco y la crisis del ladrillo, acabaron con la gallina de los huevos de oro.Ahora con Nuchera se repite la historia. Al parecer no aprendemos. De momento, es el primer aspirante a presidente que toma decisiones. Destituye a directores deportivos, negocia con sus posibles sustitutos, nombra portavoces, decide sobre el futuro de los jugadores y envía azafatas a los partidos sin el conocimiento ni el consentimiento de los actuales dirigentes.Que conste que me parece muy bien que prepare el terreno como le plazca, pero propagarlo a los cuatro vientos es lo que me hace tener la mosca detrás de la oreja. Tiempo al tiempo. De momento, seamos comedidos y no empecemos a alabar al dueño del cortijo antes de calarlo. Por experiencia.
(Foto: La Voz de Jerez)
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