Casi tanto como el resultado me gustaron las declaraciones de Esteban Vigo tras el partido en Las Palmas. El malagueño ofreció un recital de sensatez y sentido común muy necesarios a estas alturas de liga. Tras reconocer que la victoria de su equipo no había sido lo más justo, que se cometieron errores que habrá que enmendar y que el juego tampoco correspondió al de un líder de Segunda, dijo que hay que volver al juego de la primera media hora ante la Real.Vamos, que Las Palmas probó la misma medicina de la rentabilidad ante el gol y poco más que el Xerez ante el equipo de Lillo, pero hay que volver al fútbol que nos ha ilusionado a todos.A veces el fútbol es así de caprichoso, pero lo normal es que jugando como se hizo ante la Real no se te escape el partido, y que haciéndolo como se hizo en unas islas más afortunadas que nunca te vengas de vacío. En Zaragoza llevan toda la semana estudiando cómo parar la máquina de hacer fútbol del Xerez en caso de que haga acto de presencia. Marcelino García, que de esto está demostrando saber algo, se ha vuelto loco tratando de buscar la fórmula para atajar el juego ofensivo del Xerez, y eso enfrentándonos al rival al que nos vamos a medir es ya un triunfo.Vengo manteniendo desde inicios de temporada que a toque nadie es capaz de igualar ni de plantarle cara al Xerez en esta división. Y todo ello esté o no Viqueira. El técnico maño lo sabe, por eso más que preocuparle cómo puedan tener la tarde ante el gol dos pedazos de peloteros como Ewerthon ó Braulio, se ha cuidado mucho en aleccionar a los Pignol, Ayala y Pvaón sobre cómo desactivar el potencial ofensivo de los Momo, Bermejo, Antoñito o Pedro Ríos (entre los cuatro suman 35 goles, además de otras tantas asistencias).Este Xerez debe seguir tocando y tocando hasta aburrir. Este equipo debe seguir fiel a su mejor versión de sí mismo y tocar hasta morir ó hasta alcanzar la gloria, que jugando así estará mucho más cerca.Siendo la fidelidad a su juego un ingrediente esencial, el otro es la respuesta de la afición. Ya no hay excusas. Por mucha crisis económica, partido televisado o medio día del club, si Chapín no revienta hoy los picos de asistencia es que igual le viene grande el objetivo por el que están luchando once hombre vestidos de azul.
(Foto: Ravelo celebra el gol con el que el Xerez derrotó en Domecq al Zaragoza en la 71-72)
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