domingo, 19 de octubre de 2008

No hay excusas


Recuerdo perfectamente los años en los que el número de socios apenas superaba los tres mil. Es más, tendría que hilar muy fino para encontrar en toda la historia del Xerez más de cinco temporadas en las que se haya rebasado la cifra de los cinco mil. Digo esto porque considero que estar esta campaña por encima de los 7.000 abonados me parece una auténtica pasada, si lo comparamos con las sesenta temporadas restantes. Pero que, puestos a pedir, tampoco entiendo muy bien dónde se ha metido la otra mitad que, en plena época de vacas gordas, se montó en el carro para tratar de hacer historia.Para encontrar la época de las vacas mejor cebadas hay que remontarse a la segunda temporada de la era Morales, primera y última de Lucas Alcaraz. A golpe de fichajes del taco y de un proyecto ilusionante, el Xerez tocó el cielo con las manos, socialmente hablando. Cerca de 15.000 socos cuando cualquiera era más xerecista que el de al lado.

¿Qué ha cambiado idesde entonces?¿Porqué conforme se ha ido consolidando el proyecto deportivo en Segunda se ha ido bajando gente con el tren en marcha?¿Es normal que ante el Levante apenas se superara un cuarto del aforo de Chapín con el equipo en la parte alta?¿Quién está interesado en acabar con todo esto?

Que la postura incomprensible de Morales no sea la más idónea para devolver la paz social al club es algo evidente. Pero tampoco había paz precisamente en era la de Oliver o Silgado, y El Palmar, La Juventud y Bahía Sur se vestían de gala cada quince días para llevar en volandas al equipo a un sueño imposible.¿A quién le interesa acabar con todo esto llevándose por delante a un equipo asentado en la antesala de la elite, el sentimiento de toda una afición y las ilusiones de generaciones de hinchas?¿Quién daba un duro en agosto por ver al equipo donde está? No hay excusas. Los pitos, al palco. A los futbolistas, el calor de una afición que no debe faltarle.

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