El Xerez tampoco puede enjugar en la Copa sus penurias ligueras. Los azulinos mostraron dos caras bien distintas ante el Osasuna. Una primera pésima, en la que fueron claramente superados por un cuadro navarro que hizo lo justo para llegar al descanso con dos goles de ventaja que pueden ser suficientes para la vuelta. Y una segunda en la que los de Ziganda estuvieron más entonados, aunque no pudieron darle la vuelta al marcador.
Tanto Ziganda como Camacho reservaron a la mayor parte de sus titulares para los importantes envites del fin de semana ante Sevilla y Barcelona, respectivamente. Esa circunstancia la notaron ambos equipos, ya que les costó arrancar más de la cuenta. En el caso de los jerezanos, mucho más, por lo que cuando se dieron cuenta, la eliminatoria se les había puesto en chino.
Dos zarpazos en ataque en cinco minutos bastaron a los pamplonicas para, a partir de ahí, dedicarse a nadar y a guardar la ropa.
Mientras, un Xerez herido en su orgullo, sacó la casta que la había faltado hasta entonces y fue entrando en el partido cuando más alejado estaba.
La progresión de los locales se demostró en la segunda mitad, en la que pasaron literalmente por encima de un Osasuna peligrosamente conformista.
El chileno Orellana fue una pesadilla para la defensa navarra, y la presencia de Armenteros y Momo un peligro constante para las huestes rojillas.
Abel pudo meter antes en el partido a los azulinos con un intencionado disparo que obligó a lucirse a Roberto, sin embargo fue Maldonado el que acortó distancias para su equipo al transformor en gol un buen pase de cabeza de Redondo.
Con tiempo por delante, el Xerez daba la impresión no sólo de poder empatar, sino de darle la vuelta al partido. Sin embargo, la errónea decisión de Ziganda de retirar del campo a Orellana por Michel acabó con toda la movilidad del Xerez en ataque.
Tanto Ziganda como Camacho reservaron a la mayor parte de sus titulares para los importantes envites del fin de semana ante Sevilla y Barcelona, respectivamente. Esa circunstancia la notaron ambos equipos, ya que les costó arrancar más de la cuenta. En el caso de los jerezanos, mucho más, por lo que cuando se dieron cuenta, la eliminatoria se les había puesto en chino.
Dos zarpazos en ataque en cinco minutos bastaron a los pamplonicas para, a partir de ahí, dedicarse a nadar y a guardar la ropa.
Mientras, un Xerez herido en su orgullo, sacó la casta que la había faltado hasta entonces y fue entrando en el partido cuando más alejado estaba.
La progresión de los locales se demostró en la segunda mitad, en la que pasaron literalmente por encima de un Osasuna peligrosamente conformista.
El chileno Orellana fue una pesadilla para la defensa navarra, y la presencia de Armenteros y Momo un peligro constante para las huestes rojillas.
Abel pudo meter antes en el partido a los azulinos con un intencionado disparo que obligó a lucirse a Roberto, sin embargo fue Maldonado el que acortó distancias para su equipo al transformor en gol un buen pase de cabeza de Redondo.
Con tiempo por delante, el Xerez daba la impresión no sólo de poder empatar, sino de darle la vuelta al partido. Sin embargo, la errónea decisión de Ziganda de retirar del campo a Orellana por Michel acabó con toda la movilidad del Xerez en ataque.
4 comentarios:
Muy jugosas las declaraciones de Ziganda al término del partido. Faltó acordarse de los difuntos de alguien. Estaba muy muy muy resentido con el equipo o alguien del equipo. Creo que ya se está viendo fuera del equipo y ya no le importa cargar las tintas contra sus jugadores con eso del "gol de risa", "de equipo amateur" o lo de "falta de actitud".
No lo sé, pero lo que está claro es que todos los que estuvimos allí compartimos que fue un gol se risa, propio de un equipo aficionado y que la actitud en la primera parte es impropia de un equipo de Primera división.
Hombre eso sí. No le quito ni un ápice de razón.
Yo ya no sé ni qué decir... Sigo pensando que Ziganda no da con la clave, que sigue haciendo una pretemporada en plena temporada. Ayer por lo menos se vio que Orellana debe ser fijo, que Antoñito es irregular, como todo buen artista... Y Maldonado, en quien tengo depositadas muchas esperanzas, marcó y jugó bien el rato que estuvo. La defensa, eso sí, sigue estando despistada, Redondo no me gustó nada, Keita es un perro de presa necesario al que le hace falta un Viqueira al lado, y Víctor Sánchez, jugando en esa posición rinde mucho más... Y bueno, la actitud ambiciosa y de garra de la segunda parte es la que me gustaría ver en mi equipo todos los domingos, sin miedo a perder, al ataque... ay ay ay. Pero sigo pensando que Zigada no le sacaría el jugo que esta plantilla tiene, que no es poco, si siguiera como técnico del Xerez. Ojalá me equivoque y el Cuco logre exprimir a este equipo como todos deseamos... Con todo, lo dudo mucho... Un abrazo a los dos. Por cierto, Eugenio, estuve escuchando tu narración del partido en directo, eres un crack.
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