(Publicado en La Voz de Jerez, el sábado 21 de junio de 2008)
Ya lo puedo decir abiertamente porque, una vez anunciada su marcha, regalarle ahora los oídos a Joaquín Morales no puede sonar a peloteo barato. Quisiera decirle públicamente que es un tipo que siempre me cayó bien.De no ser por la torpeza con la que ha regido los destinos del club, económicamente hablando, afirmaría que se nos va un buen presidente, o más bien un presidente bueno. En la etapa de mayores ingresos en la histora del club (subvención municipal, traspasos, campañas de socios, taquillas, televisión, publicidad, patrocinadores...), su mal hacer como gestor es manifiesto. Por contra, los resultados deportivos están ahí: un club sin patrimonio, sin base, sin estructura y sin apenas cantera, pero consolidado en Segunda. En estos cuatro años, su falta de maldad y de mano dura, su honradez, su humanidad y su generosidad no fueron para él los mejores aliados.Hay quien sostiene que el balón es el único que tiene sentimientos dentro del fútbol. Parece algo crudo, pero tiene más de realidad que de exageración. Quizás por eso el empresario de Dos Hermanas afirma que cuanto más gente conoce, más quiere a su perro. Y es que aquí le ha fallado todo. Cayó en desgracia para los políticos, se distanció del grupo de empresarios con el que llegó, no marcó un camino claro a seguir en la gestión, no se rodeó de gente de su confianza, con las que llegó le traicionaron...Demasiado blando para manejarse mejor en esta jungla. Pero, si lo piensan, creo que tampoco le interesó hacer carrera entre los sagaces dirigentes del deporte rey.Lo suyo era el ladrillo y ahí buscó la gallina de los huevos de oro en épocas de bonanza. Sus intereses profesionales los disfrazó de un xerecismo impenitente del que siempre desconfié, pero que ahora, al menos, me hace dudar. Aunque no se hayan hecho públicas las cifras, me juego que Morales se ha ido perdiendo dinero. También apuesto a que si se hubiera frustrado esta opción de Garrido, hubiera habido otras más ventajosas para su bolsillo.Ahora se va, escocido por las críticas (algunas justas, otras menos), pero como un señor, "convenssío" de haber dejado el club que le ha acabado llegando al corazón en las mejores manos posibles . De día y por la puerta principal. A otros les hubiera gustado que fuera de otra forma, pero Morales sólo se parece a Oliver y Silgado en que ha ostentado el mismo puesto, pero con otras formas. Hasta siempre.
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